Los alumnos españoles van perdiendo

El informe PISA avisa de que nuestros estudiantes están diez puntos por debajo de media en los resultados educativos

Uno de los estudios más prestigiosos en materia educativa, el informe PISA, ha publicado sus resultados de 2018, que suponen un duro varapalo para los alumnos españoles: su nivel en Ciencias, Matemáticas y Lectura no está ni siquiera entre los quince primeros puestos del ranking internacional de la OCDE. En Matemáticas, China nos supera por 110 puntos, lo que hace que nuestros alumnos estén casi tres cursos por debajo de los estudiantes del país asiático.

Los resultados del informe deberían ser descorazonadores para la comunidad educativa y no sólo por la mala calidad de la formación en España; el principal problema es que nuestros resultados no mejoran nunca. Hemos pasado por infinidad de modelos educativos (uno por legislatura, aproximadamente); hay también diecisiete sistemas educativos diferentes, uno por Comunidad Autónoma; se ha experimentado con la formación de nuestros estudiantes en cuanto se ha podido: ha habido legislación sobre los deberes, sobre la puntuación de los exámenes, sobre con cuántas materias pendientes se puede o no promocionar… Todo ello bajo la férrea convicción de que así se mejoran los resultados académicos.

La última invención de los políticos madrileños ha sido la supresión de los exámenes de septiembre. Un nuevo experimento que da a los estudiantes a los que más les cuesta las asignaturas apenas dos semanas para recuperarlas. Un experimento que promueve que los alumnos con todas las materias aprobadas se pasen el mes de junio haciendo talleres de cocina con microondas, clases de zumba o, lo que es peor, se queden en casa. Un experimento que da a los alumnos tres meses y medio de vacaciones en los que pierden el poco nivel que normalmente tienen y que les lleva a empezar el curso sin base de conocimiento alguna.

He tenido que repasar con mis alumnos de dieciséis años (4º de la E.SO.) la conjugación del verbo To Be. No se acordaban”. “A este paso, el examen de selectividad, ahora llamado Evau, consistirá en sumar y restar, y les dejarán usar calculadora”. Son declaraciones de profesores y propietarios de academias de enseñanza; ellos han detectado la falta de nivel de los alumnos de una manera mucho más clara y son los únicos, aparentemente, que se quejan de las desigualdades y falta de oportunidades para los alumnos menos aventajados desde la eliminación de los exámenes de septiembre. “Ahora necesitan clases de apoyo alumnos universitarios mucho más que en años pasados. Es normal, empiezan sus carreras con importantes déficits de conocimientos”, dice Javier Martín, vicepresidente de ASCADE

Se ha reducido un mes el curso escolar, pero no lo contenidos, que son necesarios para la posterior formación de los alumnos” añade Antonio Barbeito, presidente de ASCADE. “Esto hace que el estudiante que necesita un poco más de ayuda no tenga tiempo para aprobar las asignaturas o, lo que es peor, las apruebe y pase de curso con el lastre de no tener una buena base